Te invito a que veas los

Testimonios

de otras personas que ya han trabajado conmigo y los modelos de terapia EMDR y DBR

Antes de leer los testimonios, quiero asegurarte que la privacidad de quienes han trabajado conmigo es una prioridad. Por respeto a su confidencialidad, los testimonios se presentan de forma anónima. Todos/as quienes aparecen han otorgado su consentimiento para compartir sus experiencias bajo esta condición, y agradezco la generosidad que han tenido en hacerlo. 

Lo que verás son las versiones escritas de testimonios completos o fragmentos, que fueron originalmente grabados en video.

Presiona en cada caso para abrir el testimonio.

Antes de iniciar el acompañamiento psicológico me sentía muy mal, estaba con crisis de pánico, ansiedad y estrés. Durante el transcurso de este acompañamiento me sentí muy cómoda y algo muy importante que es el ser escuchada. Lo que más me gustó fue la dedicación, el compromiso y la entrega del profesional Fernando Zambra, y la serie de ejercicios que utilizó en este acompañamiento para lograr un exitoso resultado, acabando con todo lo que me aquejaba. Es por esto y más que lo recomiendo 100%. Así que, si estás pasando por algún problema o necesitas ayuda, no dudes en pedirla

Antes de acudir a don Fernando, yo la verdad tenía muchos nervios a causa de la pandemia, como muchos yo creo que se han sentido afectados con esto. Y esto después me desembocó en una ansiedad, la cual me originó muchos problemas físicos, y todo lo que conlleva tener ansiedad con muchos síntomas, muy desagradables. Y la verdad de las cosas comenzar la terapia con don Fernando, lo primero que sentí fue la seguridad, poder empezar a tener como un piso en el que poderme afirmar, porque me sentía muy, muy, muy desorientado. Y comencé a experimentar mejoría con los ejercicios que él me enseñó. 

Lo que más me gustó del acompañamiento es que está al lado de uno, y de manera constante, incluso a veces nos pasábamos de la hora. Y la verdad de las cosas es que esto me empezó a originar una tranquilidad. Yo con respecto a la ansiedad, estuve a punto de caer en una depresión y no caí gracias a don Fernando.

Sin tomar pastillas ni nada, solamente con los ejercicios que él me indicaba, empecé a sentir mejoría y seguridad. Él sabe hacer estas cosas. Los resultados, yo creo que fueron muy buenos para mí, ya no tengo ataques de pánico. Yo obviamente recomendaría al psicólogo, señor Fernando Zambra, a toda persona que esté pasando un cuadro similar al mío, ya sea una ansiedad o una depresión. Un muy buen profesional, aparte obviamente de lo que él sabe, es una persona muy humana. Este es mi testimonio para que usted tenga la seguridad de que va a tratar con un muy buen profesional.

Antes del acompañamiento con Fernando yo tenía problemas de comunicación, ya que no podía comunicar mis emociones, mis sentimientos… y esto claramente traía problemas en mis relaciones, con amigas y amigos, etcétera; porque, bueno, no podían comprender cómo me sentía. Y también otra cosa es que cuando yo era niña sufrí abuso, lo que me trajo problemas hasta el día de hoy.

Durante el transcurso del acompañamiento me sentí en un lugar seguro, confiable, donde podía contar mis problemas y no sentir que me van a juzgar; al contrario, sentir que me van a escuchar y ayudar. Me sentí súper cómoda, de verdad, porque es muy amistoso el trato y confiable también, me generó esa confianza como para hablarle de tú a tú… contarle cada cosa rara, y se sentía bastante cómodo, no era como forzado en lo absoluto. Eso es lo que me gustó del acompañamiento, el hecho de que sea tan buena la comunicación y haya tanta confianza, lo que hace de verdad muy, muy ameno el estar contando mi experiencia personal o contar lo que me acompleja, etcétera, etcétera o incluso sueños o cosas que me vienen a la mente.

Y bueno, los resultados luego este acompañamiento están siendo positivos, ya que ahora identifico como me siento y después se lo cuento a la otra persona, si es que lo crea necesario, y así es más fácil la comunicación, el estar con otras personas, compartir. Y sobre el otro tema, bueno, me ha ayudado a sobrellevarlo, a darme cuenta de que soy más que eso que me pasó, y eso me deja una sensación muy grata.

Por lo que de verdad recomendaría a Fernando, es un muy buen psicólogo. Además que siempre se está informando, porque cuando hablamos siempre me dice, me leí esto, me leí esto otro siempre está leyendo cosas y encuentra lo preciso que necesitas para curarte finalmente, qué es lo que se busca, o al menos tener una situación menos compleja.

"Era incómodo para todo el mundo, incluyéndome a mí. No estaba tan a gusto. Y bueno, incluso en la vida cotidiana, donde veíamos gatos en la calle, pues yo les huía. Prefería dar la vuelta, era como un nervio, ansiedad, así muy fea. Era un miedo incontrolable, de gritar y echarme a correr. Me dio mucha pena, pero en una ocasión en una fiesta, tuve que confesar mi miedo a los gatos. Al gato lo encerraron en un cuarto. Era muy fuerte lo que yo... y además vergonzoso, y sufría yo. Pero ahora, puedo decir que ya no le tengo miedo a los gatos". 

"Me pareció sorprendente cómo en tan poco tiempo pude enfrentar mis pensamientos y disminuir mi ansiedad. Por medio de repeticiones, reprogramé mi mente y me enfrenté a esas situaciones detonantes que me hacían pensar en mi fobia a los gatos. Antes, recordaba un gato en la preparatoria y sentía asco y repulsión. Pero ahora, puedo visualizarlo y decir: 'Estoy muy bien, estoy tranquila'. No podía creer lo rápido que sucedieron los cambios durante el proceso. Fue asombroso y me dejó con la boca abierta. Desde la primera sesión, me sentí diferente en relación a los gatos."

"Entonces, cuando sabía que íbamos a trabajar esta terapia, pues no tenía altas expectativas. Dije, lo que se logre [voz risueña] Lo que se logre está bien, creo que va a ser un avance. Pero también me sentía emocionada porque dije: ay, nunca había pensado en combatir mi fobia por los gatos, entonces creí que siempre iba a vivir con ella, y que eso era parte de mi, como… esa era mi identidad, yo quería tenerle tenerle miedo a los gatos así por siempre. O sea, no era que quería pero, no pensé que esto se pudiera trabajar, y... pues me llevé una gran sorpresa. Impresionante para mí, yo dije no lo puedo creer, es como magia. Y yo decía no, yo me tarde creo que, en algunas sesiones, pero porque… no sesiones, sino como las estimulaciones en algún tiempo de esa sesión, ¡porque no me la podía creer! O sea, dije ¿Cómo esto está surgiendo si durante mis trein… o sea, treinta años atrás yo le tenía miedo a los gatos? No, esto no pudo suceder." 

"Pues primero, creo que importante romper ese esquema que tenemos y muchas veces podemos leer este, que, podemos cambiar ¿No? Entonces esa "yo" miedosa, miedosa en muchos sentidos y que no solamente en los gatos, esta terapia me hizo visualizarme de otra manera. Me persiguen muchos miedos, pero con esta terapia también supe que me puedo mantener tranquila ante un gato. O sea, por ejemplo, ayer vi a unos gatos que los tenían en una cajita, ¡y me dió curiosidad ver los gatos! Cuando antes era ¡Ay no, ahí hay unos gatos! Me corro al otro lado de la cera y mejor paso o les doy la vuelta ¿No?, Y no, me parece curioso que tenga, esa curiosidad por saber un poco, incluso, también ya antes decía, ¡Ay, ese gato feo! ¿No? [Ambos risas] y [titubeo] oh no, no lo quiero ni ver, y ahora yo puedo decir hasta ¡Ay mira un gatito! Y hablar… o sea decir gatito para mí [risas] ya es demasiado amor para los gatos, Entonces, me gusta sentirme también así, tener esas palabras hacia un ser, nunca les he hecho nada en toda mi vida, los he asustado así: shh shh ¿No? Pero como aventarle cosas y ser mala con los gatos no pero, pero incluso también eso, eso es como en mi emoción de, de pensar algo positivo hacia un ser que es un gato."

"Estaba viviendo un quiebre, una separación, que me tenía un 'poquitito' complicado. Se estaba repitiendo una historia, y eso me tenía con harta angustia. No sabía cómo enfrentarla... Buscaba algo que me pudiera ayudar más rápido, sin tener que volver a contar la historia de la vida. Encontré videos sobre técnicas como EMDR y decidí probar. Llegué a consultarte y lo que me gustó al principio fue que la primera sesión era una sesión de conocimiento. Eso me llamó mucho la atención."

"Las primeras sesiones trabajamos mi angustia por la separación y exploramos mi historial. Rápidamente me conecté con la terapia y noté cambios profundos en cómo veía lo que me había ocurrido. Fue potente para mí. Lo más maravilloso fue que seguimos trabajando otras memorias de mi vida que se conectaban con lo que sentía, y en cada sesión sentí que tenía más herramientas para reescribir mi experiencia cotidiana."

"La técnica de los movimientos me permitió evaluar la experiencia en base a lo que sentía, sin cuestionarme tanto. Tras tres meses de terapia y unas vacaciones, me sentí tan bien que volví para continuar. Ahora, después de seis meses, he notado cómo mi reacción ante situaciones complejas ha cambiado. Mi vida es más entretenida, me siento tremendamente optimista y abierto a nuevas experiencias. Ya no está ese dolor permanente ante los recuerdos, solo ocasionalmente, pero de manera completamente normal."

"Esa angustia era un estado permanente que llevaba conmigo durante casi cuarenta años, treinta y cinco de forma continua. Fue mágico descubrir, a través del estudio de las memorias, las causas gatillantes de esta angustia. Poder trabajar en estas áreas me permitió dejar de vivir esa otra cara de la moneda, esa angustia constante que creía normal."

"Desde la segunda sesión, ya empecé a ver resultados en mi motivo de consulta. Después de trabajar la segunda etapa de exploración y contexto, esa angustia que solía ser del cien por ciento, me molestaba solo un veinte por ciento. Y en la tercera sesión, prácticamente no era nada. Hoy, después de liberarme de esa angustia, he experimentado un cambio maravilloso en mi vida. Ahora disfruto de cosas que antes no podía, y mi enfoque en los problemas ha cambiado radicalmente."

"Si estás considerando tomar terapia, te diría que averigües un poco sobre el enfoque y te des una oportunidad. Confía en el proceso y evalúa los resultados por ti mismo. La simplicidad y los resultados tangibles hacen que valga la pena explorar esta opción."

"Me atacó un perro hace meses atrás, he estado tratando de evitar acercarme a perros grandes y sobre todo lo que me pasaba mucho era estar en peluquería con un perrito e imaginarme que rápidamente la situación cambiaba y el perro me empezaba a morder, siendo que el perro no había dado ninguna señal de eso”

"Fue cuando estaba en la casa de mis papás y ahí mi hermano tiene un perro grande, un pitbull mestizo con bóxer y cuando me saltó encima para saludarme yo no sé qué cara puse que mi mamá dijo, ya, pide ahora al psicólogo, yo te lo pago, pero por favor anda porque necesitas ayuda. Cuando me dijo eso me puse a llorar, me abrazó, como que fue el momento decisivo en que me hizo darme cuenta que sí estaba en un problema por decirlo, y necesitaba ayuda."

"Pensé que iba a estar en nada, cero aproximación de aquí a varios meses más, quizás un año y (en tres meses) me atreví a inyectar a un perro, que era como mi mayor temor en realidad, inyectar a un perro y le puse no una sino dos vacunas así que fue doble la gratificación."

"Lo que me llamó la atención es que fuera como tan acotado a lo que venía. Aunque tenga 6, 7, 8 problemas más fue súper acotado en la resolución del problema y quedé contenta con eso. La idea era solucionar ese tema puntual y me siento super satisfecha con eso. Yo pensé que no se iba a lograr en un año por lo menos, como inyectar a un perro. Entonces en ese aspecto estoy super conforme."

"Siento que tengo más herramientas para poder acercarme a perros grandes, entendiendo que no todos los perros son el perro que me mordió. Aprendí técnicas de relajación, aprendí a poner más límites, por ejemplo cuando detecto un perro agresivo tengo el límite de hasta dónde llego con ese perro, ya no tomo riesgos innecesarios."

"El perro de mi hermano que fue el que gatilló empezar la terapia con usted, y las últimas veces que he ido a la casa de mis papás yo voy a saludarlo a él incluso y sé que me va a saltar porque ya sabe a lo que voy y ya no me da miedo. Fue bonito porque fue como darle un cierre con hechos, no sólo con sensación de cómo me siento sino fue algo concreto."

"Antes de comenzar la terapia, mi vida era caótica, marcada por la inestabilidad emocional. Había pasado por varios psicólogos, pero nunca encontré la contención que necesitaba. Sentía que me ahogaba en mis propias emociones, lloraba sin razón aparente y me encontraba en un constante vaivén emocional."

"Recuerdo estar en un lugar oscuro, incluso pensamientos suicidas cruzaron por mi mente. El origen de mi malestar se remontaba a experiencias de bullying desde la infancia y una sensación persistente de falta de apoyo en casa. La herida crecía, pero no encontraba la forma de sanar."

"Mi vida académica también fue un desafío. La presión de ser perfecta y la necesidad de cumplir con las expectativas de mis padres me llevaron a un agotamiento mental. Quería ser la hija perfecta, pero nunca sentía que era suficiente, generando una sensación de inutilidad."

"La terapia llegó en un momento crucial. Sentía que mi vida estaba desmoronándose, y la atención centrada en mi hermano agravaba mi sensación de invisibilidad. Necesitaba desesperadamente un espacio donde me escucharan y entendieran."

"Gracias a la terapia, he logrado enfrentar el dolor de mi pasado, superar la inestabilidad emocional y reconstruir mi autoestima. Ahora puedo ver mi vida de una manera más positiva y siento que tengo las herramientas para afrontar los desafíos que se presenten."

"Me siento orgullosa de lo que soy. Antes me encontraba mil peros, pero ahora me veo y me siento orgullosa de quien soy. Voy a entrar a estudiar y sentirme capaz.”

"Todo lo que trabajamos, abrir los ojos y decir que el problema no era yo, el problema era el entorno. Esa fue una de las principales llaves que abrió la puerta por completo."

"Siento que he madurado mucho. Ahora me veo y me siento orgullosa de lo que soy. Sentirme y verme orgullosa de quien soy. Todas las sesiones me ayudaron a verme a mí misma y no a ver lo que me metía en la cabeza. Aprendí a poner límites y no permitir que me pasen a llevar."

"Dentro de la terapia, lo que más me ayudó fue las ganas de salir. Yo no quería estar así. No quería más daño. No sentía que lo merecía. Fue harto tiempo de terapia, pero valió la pena. Poner un límite fue clave para retomar el control."

"No voy a tolerar que me hagan daño. Sé quién soy, lo que valgo y lo que merezco. El respeto es básico, y ahora tengo la claridad para poner límites. Si algo no me hace bien, tengo la oportunidad de alejarme."

"La terapia contigo no era un castigo, sino un lugar seguro que me generaba liberación. El lazo cercano y la confianza fueron lo que más me gustó. A la larga, me ayudaste a crecer, construyendo un vínculo seguro y significativo durante la terapia."

"La terapia que haces es distinta, rara, cuando me preguntaban yo no entendía cómo estos golpecitos de lado a lado funcionan, pero funciona. Tu cercanía y la confianza facilitaron el proceso. La terapia es muy importante para crecer como persona, salir adelante y superar pensamientos oscuros. Valió completamente la pena confiar en el proceso."

"Destaco el ambiente que lograste generar online, un espacio donde no me sentí juzgada ni loca. A diferencia de otras experiencias, sentí tu apoyo genuino incluso cuando podrías estar mordiéndote la lengua por decirme ciertas cosas. Eso marca una diferencia"

¿Te gustaría empezar tu propia experiencia transformadora?